A Amando Román Bahena, originario de El Pochote

Pasando por carretera que cruza Teloloapan a la altura de la colonia Vicente Guerrero se encuentra uno de los mejores manjares que podrá probar: el coco, póngale usted granitos de sal, exprima limón al gusto, deje caer chile de fruta sin miedo y bañelo con salsa Valentina a modo de que de la vista nazca el amor.

Y es que para frutos frescos hay que saber quien es el proveedor, nuestro coquero al que hacemos referencia tiene 12 años en el oficio, cada dos semanas va a costa chica, San Marcos a traer la materia de su trabajo.

Él es originario de El Pochote, a unos minutos de Teloloapan, la primera vez que se aventuró fue “acompañando a un amigo”, sin entrar a Acapulco pasaron por el poblado de Tres Palos, luego El Bejuco, hasta llegar a el Arenal, ahí estaba la huerta.

Si usted amigo, ha pasado por esas carreteras costeñas, sabrá que no miento cuando le digo que las palmeras son imponentes pilares de seis metros de largo o más, que las huertas se pierde en la vista al horizonte, hasta que ves el mar.

Y no es menor la producción, nuestro estado de Guerrero es el principal productor de todo el país en el cultivo del coco, después sigue Colima y en tercero Yucatán.

De primera mano tenemos un producto de calidad y codiciado en el país y el extranjero, las variedades van desde aceite, dulces, crema, productos de limpieza; jabones, shampoo, leche, azúcar, etc.

Al preguntarle cómo inició en esto, nos comparte que él no sabía cómo escoger el coco, que le “pedían de media y no le atinaba”, que echó a perder varios cocos y es que en la escuela no nos enseñan a como diferenciar los cocos, eso es solo para el que está en el oficio pero aquí le comparto unos coconsejos que nos da Amando:

Hay coco de agua, de media cuchara, de tres cuartos y sazón, los primeros puede decirse que son los “tiernitos”, los dos últimos ya están en maduración, para diferenciarlos hay que ver el brillo de la cáscara del coco, el de agua se verá la cáscara verde aún, el de media cuchara tendrá un matiz brillante, el tres cuartos baja su intensidad de brillo y “sazón” la cáscara se verá más opaca.

Así los secretos del coco, si usted gusta puede acompañarlo con una botanita, una cervecita o sencillamente por disfrutar y compartir el gusto de un fruto que se deshace en su boca.

Si nos vamos al terreno de los nutrientes y minerales, el agua de coco es de lo más solicito por deportistas por su bajo contenido de azúcares y grasa, alto en minerales, contribuye a la reposición de electrolitos, además que es noble con el estómago, ideal para personas que sufre gastritis o algún infección, no me cree, consulte a su médico pero no de esos que te inyectan o te recetan por cualquier cosa, pregúntele a quien sabe de las bondades de la naturaleza.

Amando me comenta no ha sido fácil, las ventas están bajas, que hay gastos, que las familias por comprar materiales escolares y el aumento de precio hace que la venta “este floja en estos días”.

Pero con entusiasmo, agilidad despacha y prepara el que ya sabe “de media cuchara verdad” yo sé que no me pregunta solo afirma, él conoce a sus clientes.

Mientras comíamos el coco me enseñó sus productos, una botella de vodka Oso negro “para que cuando vaya enfermo”, yo creo que me habla al tanteo, aceite de coco, aceite de tortuga y otros productos para levantar el ánimo.

Está demás decir que apoyemos el producto local, este fruto se vende en 60 países, si usted lo prueba seguro se hace cliente, el precio es accesible 35 pesos ya preparado, yo le pido que no me lo de en bolsa, lo disfruto mejor en el mismo coco y si es directo sin popote mejor, así siento que sólo falta la playa.

Autor: Ángel Roberto Maldonado Pineda.